Un hipotecado paga aún casi 400 euros menos al mes que hace cuatro años.
Dos años después del peor momento para los hipotecados europeos, parece que el alivio de tipos más bajos también está llegando a su fin.
El Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer mantener las tasas oficiales en niveles del 2,15% para las operaciones de financiación, a priori, hasta la reunión de diciembre.
Para entonces se espera una bajada más que será la que cierre el ciclo de nueve subidas y otras nueve bajadas que, en todo caso, no regresan al punto inicial cuando los tipos de interés estaban en el 0% hasta septiembre de 2022.
De hecho, de cara a 2026 cada vez son más los analistas que descuentan que el organismo retome la senda de subidas y vuelva a elevar el precio del dinero en la Eurozona.
La traslación de la política monetaria a los ciudadanos europeos afecta, sobre todo, a los hipotecados a tipo variable, aunque también a quienes estén buscando financiación para comprar una vivienda.
El Euribor, el principal indicador por el que se rigen las entidades para fijar los tipos a los que conceden los préstamos hipotecarios, no ha llegado a caer del 2% y, no solo eso, sino que ha vuelto a subir.
Hasta ayer, este indicador se encontraba en el 2,172%, por encima de agosto y nada hace presagiar que vuelta a cotas inferiores donde se encontraba hace tres años teniendo en cuenta que está visualizando nuevas alzas de tipos.
Quien revise su hipoteca los últimos meses del año volverá a lograr cierto ahorro en la cuota, ya que el tipo medio hoy está por debajo del otoño del año pasado.
Hace justo un año el Euribor cotizaba en el 2,936%. ‘Su tendencia a la baja está dando signos de estabilización y esto también es una mala noticia porque, si no sigue cayendo, los hipotecados no podrán recuperar las pérdidas que arrastran por la subida que este indicador experimentó entre los años 2022 y 2023; o tardarán más tiempo en hacerlo’, apunta un experto analista.
Según los cálculos de esta consultora, quien tuviera contratada una hipoteca a tipo variable más un diferencial del 0,99% por valor de 150.000 euros, en 2021 comenzó pagando una cuota mensual de unos 448 euros que se incrementó hasta los 800 euros dos años más tarde ante el alza de los tipos de interés, con un Euribor del 4,15% en septiembre de 2023.
Hoy esa misma cuota, tras dos revisiones a la baja en 2024 y 2025, se situaría sobre los 644 euros, aún 196 euros por encima cuatro años después y no tiene visos de volver a donde estaba.
Fuente: EL MUNDO